
Comenzamos Abril con uno de los mayores espectáculos que podemos disfrutar en el entorno de los Humedales Manchegos....la parada nupcial de la Avutarda
(Otis tarda),conocido en el argot naturalista como la "rueda".
Desde mediados de Marzo hasta finales de Abril, una de las mayores sorpresas que nos deparan las extensas llanuras cerealistas de la Mancha es este singular comportamiento.
Los machos de esta especie y siguiendo con el ciclo biológico de la reproducción hacen gala de su plumaje, configurando el paisaje con algodonosas formas blancas.
Se reúnen los "barbones" (nombre que se le da a los machos) en puntos estratégicos y como si de un baile se tratara, exhiben todo su repertorio de plumas. Destacando un níveo blanco que durante el resto del año apenas lo dejan ver (es como si le diéramos la vuelta a un calcetín).
Altivos y elegantes en sus pasos, estos gigantes de la estepa miden sus fuerzas y se pavonean ante las hembras.Estas, que como si la cosa no fuera con ellas, se reúnen en grupos picoteando los nuevos brotes y dan caza a algún distraído insecto mientras esperan a su galán.
Son momentos intensos y llenos de belleza.Pero son también momentos críticos y muy sensibles.
Las Avutardas, asustadizas y desconfiadas por naturaleza, eligen lugares tranquilos y poco transitados para su cortejo.Por lo que las molestias producidas ,principalmente por los humanos, acarrea la dispersión de los bandos e interfiere en el complejo ciclo reproductor de la especie.
Por ello es imprescindible y recomendable un minucioso protocolo para la observación y disfrute de estos momentos.
No salirse de los caminos y observar desde una distancia muy prudencial. (Su cambio de comportamiento nos indica que nos estamos pasando de la "raya")
Imprescindible el uso de telescopio terrestre.
No intentemos perseguirlas para sacar la foto del "National Geografic" ( Es inútil,esta sólo se consigue mediante hide y lo único que conseguimos es espantarlas).
No vayamos muy a menudo al lugar donde están (igual el próximo año no las encontremos en el mismo lugar).
Si nos lo podemos permitir contratar a un guía especializado y conocedor de los hábitos y querencias de esta especie. (Ahorremos tiempo y fustraciones)
Y bien, con estas sencillas y básicas recomendaciones, espero que disfrutéis de uno de los mayores espectáculos que nos ofrece la Primavera en el interior peninsular.