Esta ruta la realizamos el pasado 8 de diciembre, fue un grupo muy heterogéneo con un amplio abanico de edades y niveles de conocimientos del entorno.
Ante todo quiero agradecer a uno de los participantes, Pablo Rey , por la colección de fotografías que me ha facilitado para la confección de esta entrada.
Cuando llegamos a Daimiel y tras un reconfortante café, una bonita mañana auguraba el resto de la jornada.
En la laguna de Navaseca el sol brillaba y la abundancia de aves nos hizo pasar un buen rato. Para algunos participantes era su primer contacto con el mundo de las aves y tuvieron un buen bautismo. Flamencos, Ánsares comunes, Malvasías cabeciblancas, Aguiluchos laguneros y Calamones fueron las estrellas.
Grupo de Ánades reales (Anas platyrhynchos)
A este Fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus) parece que para él no ha pasado el verano.
El Calamón común(Porphyrio porphyrio)fue una de las aves que más entusiasmó al grupo.
De camino al molino de Griñón pudimos disfrutar de un numeroso bando de Grullas sobrevolando sobre nuestras cabezas. Así como Lavandera blanca, Gorriones morunos y Pinzones comunes que se movían por los campos de cultivo bajo la atenta mirada del Cernícalo común que estaba posado sobre unos cables.
Grupo de Gorriónes morunos (Passer hispaniolensis)
Pinzones vulgares (Fringilla coelebs)
Esta Lavandera Blanca (Motacilla alba) posada sobre los cables de un viñedo en espaldera nos observaba a nuestro paso.
Nada más llegar al molino un Mochuelo nos recibe tomando el sol en una casilla en ruinas. Garzas reales y una Garceta común deambulan por las orillas en busca de sustento y Cormoranes grandes pasan sobre nosotros.
Al fonde el molino de Griñon, lugar donde se hace más patente el nacimiento del río Guadiana.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) en vuelo y en el agua.
Después de una pequeña charla etnográfica junto a las ruinas de este emblemático molino de agua y tras ceder el paso a un rebaño de ovejas manchegas, nos dirigimos hacia el Parque Nacional, donde antes de reiniciar la ruta comimos y recobramos fuerzas.
Los benjamines del grupo dispuestos a seguir tras la comida.
El primer lugar que visitamos fue la laguna de aclimatación. Aquí tuvimos un acercamiento a las aves más emblemáticas de este humedal.
Pato colorado (Netta rufina) emblema del parque.
Cerceta común (Anas crecca) una especie muy habitual en invierno.
El Ánade rabudo (Anas acuta),elegante anátida, también nos visita durante los meses más fríos del año.
Silbón europeo (Anas penelope)
La Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala)y el Porrón pardo (Aythya nyroca) son dos especies en peligro de extinción que encuentran en la Mancha Húmeda buenos lugares para su reproducción.
Porrón moñudo (Aythya fuligula) un buceador habitual de aguas algo más profundas.
Durante el recorrido conocimos la vegetación y características propias del ecosistema lagunar. Además , como si de una máquina del tiempo se tratara, nos sumergimos en la forma de vida de sus antiguos habitantes .Familias enteras vivían de la pesca y aprovechaban los recursos que el río proporcionaba .
Reproducción de una casilla de pescadores en la isla del Pan
Terminamos la jornada paseando por las famosas pasarelas y desde la Isla del Pan disfrutamos de las últimas luces del día mientras las Grullas y otras aves más pequeñas buscaban refugio entre el Carrizo, Eneas y Masiega.
Durante el recorrido también pudimos disfrutar de :
Mosquitero común (Phylloscopus collybita)
Grulla común (Grus grus)
Abubilla (Upupa epops)
Rascón europeo (Rallus aquaticus)
Petirrojo (Erithacus rubecula)
Garceta común (Egretta garzetta)
Ánsar común (Anser anser)
Bisbita ribereño alpino (Anthus spinoletta)
En definitiva ,una buena jornada con buena compañía y con un total de 60 especies identificadas, ¿qué más se puede pedir?.
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